Un bosque de 16 cipreses de más de 8 millones de antiguedad fue descubierto por investigadores húngaros en una cantera de carbón en la ciudad de Bukkabrany, al noreste de este país.
Los restos de cipreses no se encuentran fosilizados, sino que gracias a que permanecieron ocultos por una cubierta de arena han conservado su madera intacta, lo que permitirá estudiar diferentes aspectos de este antiguo bosque, como el clima de hace 8 millones de años.
El fenómeno pudo haber sido el resultado de una tormenta seca en el valle del Cárpatos, donde por esa época existía un lago de agua dulce rodeado de pantanos.
Los troncos serán trasladados al Museo de Historia Natural de Hungría. Éstos, de entre dos y tres metros de diámetro y seis de alto, pertenecen a la especie conocida como Gran Ciprés del Pantano, que suelen vivir hasta 300 años, fueron detectados por primera vez por mineros, quienes comenzaban a remover escombros en una cantera de carbón, en la ciudad de Bukkabrany, al noreste de Hungría.